Gobernar a un país no es algo sencillo. Siempre hay muchos problemas y los gobernantes tienen que organizarse para darles solución. Si una sola persona o grupo quiere solucionarlos todos, seguramente no se dará abasto o los arreglará tan a su manera que una buena parte de la población quedará inconforme.
Separación de poderes
La separación de
poderes o división de poderes es un principio político en algunas formas de
gobierno, en el cual los poderes legislativo, ejecutivo y judicial del Estado
son ejercidos por órganos de gobierno distintos, autónomos e independientes
entre sí. Esta es la cualidad fundamental que caracteriza a la democracia representativa.
Montesquieu argumentaba que «todo hombre que tiene poder se inclina por abusar del mismo; va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda abusar de este hace falta que por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder». De este modo, se confía la vigilancia de los tres poderes entre ellos mismos ya que cada uno vigila, controla y detiene los excesos de los otros para impedir, por propia ambición, que alguno de ellos predomine sobre los demás. Puede contrastarse con la fusión de poderes y separación de funciones en los sistemas parlamentarios, donde el poder ejecutivo y el poder legislativo están unificados, debido a que el legislativo nombra al ejecutivo.